La pegada de Holanda pudo con la fe de Australia en un partido frenético que engrandece aún más un Mundial que está siendo francamente entretenido. La selección 'Oranje' está prácticamente en octavos de final, aunque sudó lo suyo para doblegar a un equipo que está dejando unas estupendas sensaciones en Brasil pese a sus dos derrotas.
Y lo curioso es que nadie lo hubiera predicho viendo el arranque del encuentro, con muchos errores en los pases y ninguna acción reseñable. Pero esta Holanda necesita muy poco para hacer daño y así lo recordó Robben en el primer tanto de la jornada, en una arrancada de 40 metros que culminó con un remate raso que superó a Ryan.
El tanto decantaba el duelo del lado del favorito, lo que suele ser decisivo en la mayoría de los casos, pero Cahill tenía otros planes. Y es que el veterano delantero 'aussie' empataba sólo un minuto después con una espectacular volea que bien puede acabar siendo el mejor tanto de esta Copa del Mundo.
El gol dio alas a los oceánicos, que fueron mejores en los minutos restantes de este primer acto. De hecho, Bresciano y Spiranovic gozaron de buenas ocasiones para dar la vuelta al electrónico, pero Holanda aguantó al chaparrón y se fue a la caseta repasando qué había hecho mal.
La segunda parte comenzó con un peligroso disparo de Sneijder que Ryan despejó a córner con muchos apuros, un perfecto anticipo de lo que nos esperaba en una segunda parte en la que ambos contendientes vivieron al filo de la navaja.
Porque Australia resistía y seguía merodeando el área de Cillessen, hasta el punto de provocar un penalti por mano de Janmaat que Jedinak se encargó de poner a buen recaudo. Era el 2-1 y la constatación de que no hay rival pequeño en esto del fútbol, sobre todo cuando el rival juega con el corazón.
Por unos minutos, los australianos soñaron con la machada, pero Van Persie volvía a poner la tablas en el marcador con un certero remate a pase de Depay.
El encuentro entró así en una vorágine de ocasiones que se decantó del lado 'Oranje', sencillamente porque sus jugadores son mejores, aunque los australianos soñarán con la ocasión desperdiciada por Oar un minuto antes de que Depay anotara el definitivo 2-3.
De ahí al final, garra australiana y ocasiones para Holanda, que pudo ampliar su ventaja con sendos disparos de De Jong y Lens repelidos por Ryan. El buen portero australiano salvó así a los suyos de una derrota más contundente pero antes había 'cantado' en el potente pero centrado disparo de Depay.
Ni que decir tiene que los holandeses celebraron por todo lo alto una victoria que casi les garantiza una plaza en octavos, una felicidad que contrastaba con el abatimiento de los australianos, que tras realizar dos grandes partidos en Brasil están con pie y medio fuera del Mundial.
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