martes, 24 de junio de 2014

Frenados en Dzeko. Nigeria 1 Bosnia 0


Nigeria ha despachado del Mundial a una de las selecciones llamadas a dar la sorpresa. Porque se esperaba más de la Bosnia de Dzeko y Pjanic. Y es una pena, porque a ratos demostró que es un equipo con argumentos. Lo hizo en su debut frente a Argentina y lo ha hecho este sábado frente a las 'Águilas verdes' africanas.
Visto así, se puede hablar hasta de cierta injusticia, porque su destino ha sido cruel en exceso, pero lo cierto es que los nigerianos firmaron un partido más completo, sobre todo a raíz del tanto de Odemwingie que desequilibró la contienda.
Más y mejores minutos de los africanos, que se beneficiaron, eso sí, de un grosero error de uno de los asistentes en la jugada clave del encuentro, cuando el colegiado anuló un tanto legal a Dzeko por un fuera de juego inexistente. El tanto premiaba el mejor juego de los balcánicos pero no subió al marcador y obligó a Bosnia a seguir remando en busca de la diana que le acercara a octavos.
Empeño que Nigeria aprovechó en una racial internada de Emenike por la banda derecha en la que sacó los colores a un frágil Spahic antes de asistir a Odemwingie en el único tanto de la noche.
Un premio excesivo para los méritos de unos y otros, no cabe duda, pero un premio, al fin y al cabo, que dio alas a los africanos en el resto del encuentro y lastró las piernas de los jugadores bosnios, agarrotados por la responsabilidad y el miedo a la prematura eliminación.
Así pasó que Nigeria gozó de numerosas ocasiones en la segunda mitad, pero Begovic mantuvo con vida a su selección con varias intervenciones providenciales, sobre todo al despejar un remate a bocajarro del omnipresente y pétreo Emenike que se colaba en las mallas sin remisión.
Tanto derroche de pundonor del buen portero del Stoke City merecía al menos que Bosnia llegase con opciones a la recta final del encuentro, cosa que sucedió casi por inercia, porque hacía muchos minutos que los buenos jugadores balcánicos no eran capaces de inquietar a Enyeama, parapetado tras su buena defensa.
Así que tuvo que ser Dzeko, que había vivido un pequeño infierno toda la noche intentando desembarazarse del pegajoso marcaje de Omerou, el que gozase de una última e inmejorable ocasión con el tiempo ya cumplido.
Fue en el último balón al área de los bosnios que Dzeko bajó con pillería con la mano, lo que le permitió rematar a la media vuelta en inmejorables condiciones, pero su disparo se estrelló en el palo tras un rechace descomunal de Enyeama que bien puede valer un pase a octavos.
Así murió el partido y así murió Bosnia, con la angustia de defraudar a todo un país que había puesto muchas ilusiones en este Mundial. Un peaje más que se cobra esta Copa del Mundo. ¿Quién será el siguiente?
MARCA.COM

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