Un tanto de Seferovic en el último suspiro del partido dio la victoria a Suiza ante Ecuador (2-1) en el debut mundialista de ambas selecciones. No es un triunfo cualquiera, sino uno que tiene aroma a clasificación. Se adelantó Ecuador en la primera mitad, pero Suiza dio la vuelta con un tanto al principio de la segunda mitad y otro al final, cuando ya se cantaba el primer empate del campeonato. El resultado es una losa para Ecuador, que ahora tendrá que ganar a Francia o esperar una derrota de Suiza contra Honduras. Para los de Reinaldo Rueda, el resultado fue a contracorriente de su rendimiento. Se fue al descanso ganando sin hacer gran cosa, no acertó en sus mejores minutos y terminó castigado cuando el partido era una moneda al aire.
Empezó nervioso Suiza, que tardó en encontrar la forma de serenarse y juntar tres pases. Poco a poco fueron imponiéndose Inler y Shaqiri, pero en los primeros minutos Ecuador salió con más vigor. Ya se vio entonces que Jefferson Montero iba a dar la tarde a Lichtsteiner, un buen lateral que pasó las de Caín frente al rápido extremo ecuatoriano. Su sustitución en el segundo acto sólo se explica por abatimiento físico, porque futbolísticamente fue el jugador más desequilibrante de Ecuador con varios cuerpos de diferencia sobre el siguiente, que fue Enner Valencia. Decepcionaron Antonio Valencia, desapercibido, y Caicedo, bien tapado.
Se juntaron los buenos jugadores suizos, con Inler y Shaqiri al frente, y Ecuador empezó a dar pasos atrás. Si Lichtsteiner es un buen arma por la derecha, Ricardo Rodríguez aporta muchas soluciones desde la izquierda al cuadro de Hitzfeld. Suyos fueron los dos pases de gol del cuadro suizo. Con Suiza creciendo, Jefferson Montero forzó una falta cercana al córner, Ayoví centró y Enner Valencia cabeceó a gol imponiéndose a los centrales. Tampoco ayudó Benaglio, mal colocado. A partir de ahí, el encuentro tuvo una única dirección. Suiza agobió a Ecuador y aunque no tuvo ocasiones claras, sí hizo trabajar a Domínguez con algún disparo de media distancia de Inler, Shaqiri y Ricardo Rodríguez.
El tanto que probablemente había merecido Suiza en la primera mitad lo logró al inicio del segundo acto. Ricardo Rodríguez centró desde la esquina y Mehmedi, que había entrado en el descanso, cabeceó en el área pequeña. El tanto no fue un golpe tan duro para Ecuador como habría cabido imaginar. Los de Rueda reaccionaron y jugaron quizá el mejor rato del partido, agarrados a Jefferson Montero, que no se cansó de encarar, y a Enner Valencia. El goleador no clavó un disparo por un palmo después de una buena acción individual. Más tarde, Benaglio le negó el tanto a Jefferson Montero después de que el ecuatoriano volviera loco a Lichtsteiner.
El partido entró en la recta final equilibrado, con las dos escuadras cansadas. Drmic marcó, pero el árbitro anuló el tanto porque pensaba que Xhaka había tocado el balón. No lo hizo, el gol debió subir al marcador. El partido se convirtió en un correcalles, con poca pausa y apenas aliento. Benaglio reaccionó bien a una falta lanzada por Arroyo y Behrami rebañó al propio Arroyo un balón peligroso en la penúltima acción del partido. En la última, Suiza se lanzó con fe. Hubo una falta, el árbitro dio la ley de la ventaja y Ricardo Rodríguez llegó una última vez por la izquierda. Su centro raso lo remató Seferovic en el área pequeña a placer. Explotó el banquillo suizo y se hundió el ecuatoriano.
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